lunes, 3 de octubre de 2011

¡El Restaurante El Rincón de Goya les seduce desde la calle!

¡El Restaurante El Rincón de Goya les seduce desde la calle!. (Fuente Cucharete.com)  Paseando por Lagasca, a medida que nos acercamos al cruce con Goya, despiertan nuestra atención imponentes troncos de bambú iluminados en tonos fucsias que germinan sobre una apacible base piedras blancas. ¡Nos están invitando a entrar! ¡No cabe la menor duda! Resulta incluso gracioso observar cómo, con este cambio, los viandantes no sólo analizan con detenimiento su carta, sino que se ponen de puntillas para intentar vislumbrar qué hay más allá de sus escaleras de entrada, señalizadas con velas y rodeadas de altas y frondosas palmeras. ¡El Restaurante El Rincón de Goya les seduce desde la calle!

Hacer un alto en el camino y observar desde la balaustrada de hierro forjado el espacio que se nos presenta resulta todo un placer visual. Si el ambiente nos embelesa, siempre nos estimulará de nuevo una suave voz que nos despertará con un amable: “Bienvenidos señores, ¿a qué nombre tienen ustedes la reserva?”. Porque si no se reserva en El Rincón de Goya, difícilmente podremos disfrutarlo por la noche… ¡Tenedlo en cuenta!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Tres escalones más son suficientes para visualizar la barra en todo su esplendor. ¡Me encanta! Un estilo ibicenco arropa a día de hoy El Rincón de Goya al completo. Un excitado mar de sábanas frescas cuidadosamente iluminadas crean un hermoso cielo que completa un ambiente de lo más acogedor, apoyado desde abajo por variadas alfombras y telares marroquíes.

Dos esbeltas jarras de mojitos -uno de ellos de frambuesa, riquísimo por cierto- nos dan la bienvenida acompañados por una fabulosa champanera repleta de hielo que enfría las copas que le darán alojo.

Frente a la barra -como muestra la siguiente instantánea-, unos coquetos pufs son el reposo ideal para que la espera por nuestra mesa sea más apacible, mientras tanto, no hay más que disfrutar con la vista, pues ya dispondremos de tiempo suficiente para deleitar nuestro sentido del gusto minuciosamente. ¡Qué bien cenamos aquella noche en El Rincón de Goya!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

La curiosa y atractiva lámpara de la barra, que simula un enorme huevo encarcelado por su propio nido, da paso a un comedor de auténtico lujo. Lujo visual me refiero, pero por si alguien osa ponerlo en duda, sirva como prueba la fotografía que os muestro a continuación. ¡Precioso! ¿Verdad? Fijaos en cómo la estantería de esbeltas aceiteras aliña el delicado espacio en su punto justo, obteniendo un efecto sedoso a la vez que imponente. ¡En su punto!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Amplias mesas de dos, que pueden llegar a ser ocupadas por cuatro comensales, florecen en la tarima de madera noble como enormes margaritas de pétalos blancos gracias a unas nuevas y modernas sillas que completan a día de hoy el comedor de este restaurante madrileño, que hechiza y cautiva a todo el que lo visita por primera vez. Una aceitera -a modo de Rey-, escoltada por un pimentero -que juega el papel de Dama-, se enfrentan a una incansable vela Peón sobre un tablero sin cuadros negros, donde gobierna la luz sobre la oscuridad. La batalla está servida, y el humilde Peón sucumbirá al final de la velada.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Una fina a la vez que densa lluvia de hilo blanco divide su primer comedor en dos alturas. Resulta indiferente conquistar el espacio más elevado para disfrutar de mejores vistas o, por contra, defenderse desde cotas más bajas, pues las sensaciones que se manifiestan desde ambos niveles son placenteras.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Un afinado y distinguido piano, flanqueado por selváticas y verdes palmeras, fragmenta la sala que da a la calle y crea un nuevo y acogedor espacio presidido por un cielo saciado de presumidas nubes blancas que iluminan tenuemente todas y cada una de las mesas. La separación entre las mismas es digna de mención, pues permite mantener la intimidad de nuestra conversación gracias a la lejanía de los comensales vecinos. ¡Merecido “minipunto” para El Rincón de Goya!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Una seductora cascada de luz azul se desliza por un acantilado de hilo blanco, protegiendo a una temperatura estable parte de la bodega del Restaurante El Rincón de Goya. Una mesa redonda para cinco o seis comensales -como la que muestra la siguiente fotografía- resulta perfecta para disfrutar de la velada en grupo, manteniendo una conversación distendida de tú a tú con todos los miembros de la misma. La cubertería, vajilla y cristalería entonan con el resto del atrezo blanco que viste la mesa, contrastado únicamente por una coqueta pizarrita negra donde reposará nuestra pieza de pan durante la degustación.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Echar la vista atrás hacia la entrada del local consigue encandilarnos de nuevo. Las sombras juegan al escondite con las luces en todos los rincones, unas veces ganan unas y otras veces las otras, creando un clima de paz y serenidad que influye en la actitud de todos los clientes. ¡Qué a gusto se está en El Rincón de Goya!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Pero eso no es todo en el Restaurante El Rincón de Goya… El radiante y esplendoroso pasillo que veis a continuación nos lleva a otra sala más sorprendente si cabe. ¡Ya veréis, ya! Primero analicemos este espacio camaleónico que fue capaz de enamorar al objetivo de la cámara una y otra vez. Las baldas de ladrillo visto iluminadas dan cobijo a la bodega de este precioso restaurante del barrio de Salamanca en Madrid. ¡Casi 300 referencias tenemos disponibles! Debemos destacar que los precios de los vinos en el Restaurante El Rincón de Goya están realmente ajustados, pues no nos encontramos importes prohibitivos en los más habituales. Con el añadido de que podemos disfrutar por copas algunos de ellos, una opción que cada día está más de moda.

La mayoría de las veces, la bodega del Restaurante El Rincón de Goya luce anaranjada, mimetizada con el entorno, proyectando de esta manera una imagen elegante y selecta. Un místico espacio bañado por el color que le confiere la madera a los reservas más demandados. ¡Exquisita fotografía!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

En otras ocasiones, el color conquista la bodega del Restaurante El Rincón de Goya: azul oceánico, verde hierba, rojo pasión, púrpura flor… El estado de ánimo del local cambia de tono según el día, aunque siempre podremos sugerir al maître nuestras preferencias y, si tenemos suerte… ¡Participaremos en la iluminación de la noche con nuestros deseos! A mí, me encanta el azul, debe ser que desde los “madriles” echo de menos el mar de Galicia. ¡Disfrutad de las imágenes!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

El reflejo de la bodega iluminada en el espejo impresiona por su belleza. ¿Alguno de vosotros no está de acuerdo? Este precioso pasillo bien podría considerarse un lugar mágico… ¿Queréis ver hasta dónde lleva la madriguera del Conejo Blanco? ¡Seguidme!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

El segundo comedor del Restaurante el Rincón de Goya luce exquisito. El “cielo” permanece “encapotado”, aunque cuidadosamente se cuelan los rayos de “sol” que llegan sutilmente hasta las mesas que, correctamente espaciadas, disfrutan de unas vistas de ensueño para un local que linda con un fantástico patio interior. ¡Menuda “terraza de verano”! Probablemente supere a la gran mayoría de las que hay en Madrid, y os explico el porqué: No tiene precio el poder cenar al lado mismo de gigantescos ventanales abiertos, sobre los que unos aspersores emiten gradualmente una finísima lluvia de rocío, evitando de ese modo que el calor del exterior penetre en la sala. Además, hay que sumarle el aire acondicionado interior, por lo que la estancia en este área del Restaurante El Rincón de Goya resulta un verdadero lujo.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Múltiples velas lucen cual luciérnagas marcándonos el camino hacia la mesa más sensual. Las más cotizadas -y para las que hay que reservar con suficiente antelación- son las situadas al lado de las ventanas. ¡Vaya lujo de mesas! Redondas, cuadradas, de dos, de cuatro, de seis… ¡Hay hueco para todas las ocasiones! Este espacio puede privatizarse previa reserva para un grupo máximo de 50 personas. Así que, ahí queda eso para los que tengáis algo importante que celebrar. ¡No os defraudará!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

La vegetación exterior se presenta iluminada, de modo que, si los enormes ventanales están cerrados, se convierten en un espejo transparente que refleja las paredes del local a la vez que proporciona un paisaje que nos evade de la ciudad. ¡Exquisita mezcla!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Cualquier rincón es perfecto para disfrutar como nunca de una velada romántica inolvidable, en la que no sólo el continente triunfará, sino que la degustación estará a la altura en todo momento. ¡Por algo El Rincón de Goya ha subido en 2011 a la categoría de 5 cucharetes! ¡Nos ha encantado el cambio! ¡Merecido ascenso!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

El espacio es la clave, amplitud ante todo, y si no mirad la mesa que os presento a continuación. Si es que cada fotografía que veo no hace más que invitarme a visitarlo de nuevo. ¡El Rincón de Goya engancha!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Al fondo de la sala, una repisa a modo de improvisado botellero nos acompaña durante la velada. Los diferentes espejos, no sólo combinan perfectamente con el ladrillo visto, sino que se encargan de dar amplitud al comedor a la vez que permiten a las mesas más alejadas disfrutar también de las vistas de las ventanas. Las velas gatean y avanzan por los huecos que el viejo ladrillo deja por los mordiscos del tiempo, y presumen con sus sensuales centelleos desde todos los ángulos. ¡He contado más de 100 encendidas!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Si pedimos que deslicen el cristal que nos resguarda del patio, experimentamos sensaciones únicas: ¡Estamos en una terraza en el centro de Madrid! ¡Con aspersores de agua de rocío que anulan el calor exterior! -como se puede observar en la parte superior de la siguiente fotografía-. ¡Y prácticamente al aire libre! ¡Qué bien se está en El Rincón de Goya!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Si después de haber visto las fotografías del Restaurante EL Rincón de Goya ya estáis deseando visitarlo… ¡Todavía tenéis más en la sección de Ninillas! Y ahora… ¡Vamos con la comida! ¡A cucharetear que toca! En esta ocasión fuimos cinco comensales: Óscar, Elena, Roberto, Ninillas y yo, y os puedo asegurar que salimos hasta arriba, teníamos que haber pedido algún entrante menos, porque pedimos cinco y algunos de ellos son raciones ¡generosísimas! Os aseguro que nadie se irá con hambre de El Rincón de Goya. No olvidéis tampoco prestar mucha atención a las sugerencias del día y a las recomendaciones fuera de carta, porque siempre son un acierto en toda regla.

Lo primero en llegar a la mesa -mientras elegíamos los vinos de la noche- fueron los aperitivos: Podíamos elegir entre un Mojito tradicional o un Mojito de frambuesa -este último me estuvo riquísimo-. Se acompañaban de una pequeña y rica rosquita de Mousse de bonito y de una sabrosa Croqueta de jamón. ¡Acabábamos de empezar y ya nos estábamos relamiendo! ¡La noche prometía!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Acompañé la cena con Pan con aceitunas, aunque también había Pan blanco y Pan con ajo -Ninillas os los muestra en una fotografía-. También me encargué de seleccionar los vinos de la velada cucharetera. Y… ¡Sorpresa! Se eligen en una elegantísima carta online que se presenta sobre un iPad. Este atractivo Sumiller Digital te va preguntando cómo te gusta el vino, y finalmente encuentras lo que buscas. ¡Fantástico! Os vais a pasar un buen rato con el iPad, os lo aseguro. ¡Todos los restaurantes deberían ofrecer una carta de vinos como ésta!

El primero, que se encargó de regar los entrantes y los platos principales de pescado, fue un Terras Gauda 2010 de la D.O. Rías Baixas que la cubitera a pie de mesa se encargó de mantener a la temperatura óptima de consumo. Un reconocido albariño de mi tierra -Pontevedra- que nace en la costa gallega en el valle de O Rosal. Un vino que no se presenta a concursos, porque no los necesita. ¿Quién no reconoce esa limpia etiqueta? Un blanco original -carnoso y frutal- con marcado carácter que se elabora a partir de una sabia mezcla de variedades autóctonas: albariño, caiño blanco y loureiro. ¡Os encantará!

Para las carnes me decanté por un Ontañón Crianza 2007 de la D.O.C. Rioja. Uvas tempranillo y garnacha -con claro predominio de la primera- procedentes del microclima que resguarda las laderas del Este de la Rioja. Un tinto sabroso que expresa su personalidad después de una crianza de 12 meses en barrica.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Elena os enseña uno de los primeros entrantes de la noche: Ensalada de rúcula y rollitos crujientes de cigalas con tomates secos. Creo que con el nombre es más que suficiente para describir esta magnífica ensalada. Como podéis observar, las raciones en el Restaurante El Rincón de Goya son más que generosas. ¡Generosísimas!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Creedme si os digo que la siguiente fotografía no hace justicia al plato de Colas de langosta escabechada sobre vegetales. ¡Era mucho más atractivo en directo! Acompañando a las ricas rodajas de langosta teníamos rúcula, cebolla, zanahoria y endivias. ¡No dejamos nada en el plato! Y sin problema ¡repetiríamos de nuevo!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Aquí me tenéis con un enorme plato de Zamburiñas al horno en su concha con espuma de Gin-Tonic. ¿Os mola el nombre, eh? ¡Ya sabía yo! Lo de la espuma de Gin-Tonic causó sensación en la mesa. Muy ricas, sobre todo el saborcillo que dejan al final en el paladar. Eso sí, cuidado con estos platos que vienen presentados sobre montañitas de sal gorda, limpiad bien la concha por abajo, para que ninguna piedrecita de sal interrumpa la degustación cuando os la acercáis a la boca para absorber la zamburiña. ¡No digáis después que no os he avisado!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Mientras las camareras de El Rincón de Goya estaban pendientes de que nuestras copas de vino no quedasen vacías -sirviendo siempre primero a las chicas, como debe ser- llegó a la mesa la Tempura de verduras y pescados con cebolleta roja macerada en mirin que sostiene Óscar sonriente. ¡Pero qué rica estaba esta tempura! Nada aceitosa y perfectamente ejecutada. ¡Deliciosa! A todo esto… ¿Os habéis fijado en el tamaño de la ración? ¡No me extraña que saliésemos llenos!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Nos llamó la atención en la carta este Plato degustación que tenéis a continuación. Lo que sorprende sobremanera es su Erizo de mar gratinado con Holandesa y huevo de codorniz. ¡Qué manjar! No os podéis ir de El Rincón de Goya sin pediros esta vianda. Como entrante, resulta ideal, pues te permite probar varias opciones en un mismo plato, además es contundente. ¡Enorme!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

En la misma vianda -la tenéis entera fotografiada con Roberto en la sección de Ninillas- venían un Taquito de queso brie relleno de salmón ahumado -rico, rico-, unas rodajas de Cecina de Kobe con un toque de aceite de oliva -me encanta-, una Croqueta casera de hongos y carabineros -con esos ingredientes ya os podéis imaginar que estaba de muerte- y un Rollito crujiente de marisco y verduras -idem de idem-.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Elena os presenta el Atún rojo de almadraba fileteado con vinagreta de trufa, soja y cebolleta roja. El atún muy tierno y sabroso -no esperaba menos después de las anteriores viandas, la verdad- pero es que además, la vinagreta le iba como anillo al dedo, le preguntamos y nos dijeron que llevaba lima y mirin. ¡Riquísima! ¡A por ella! (Que ya veo que estáis apuntando los platos en un Post-It)

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Estaba realmente sabroso el Lomo de merluza pochada con callos de bacalao y huevas de pez volador. Como guarnición, unas setas salteadas y salsa de marisco, sin quitar en ningún momento protagonismo a este excelente lomo de “lucio de mar” -como se diría en Latín-. Impresionantes los callos de bacalao, nos sorprendieron a todos, sabrosísimos y sedosos a la vez que viscosos. ¡Me han encantado!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Como carnívoro de pro que soy -lo pone incluso en mi DNI-, al igual que experto en hamburguesas, tengo que deciros a todos los que me estáis leyendo que la Hamburguesa de solomillo de ternera con foie y salsa de mandarina del Restaurante El Rincón de Goya es ¡EXQUISITA! ¡Sí! ¡Sí! ¡Con mayúsculas! Fijaos si me sorprendió, que no dudé en preguntar cómo la elaboraban: las hacen allí mismo con un 70% de carne, 20% de grasa y 10% de cartílago. ¡Fantástica mezcla! Creedme cuando os digo que estaba de lujo, porque acabo de tragarme la saliva ahora mismo mientras veo la fotografía. Se acompaña de cebollitas y patatas paja.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

“Espectacular” sería el adjetivo que mejor define al Carret de cordero lechal a la sal especiada. Llega a la mesa al igual que a las mesas de los antiguos aristócratas, bajo una campana semiesférica de metal que os enseña Ninillas. Una vez presentado a los comensales, se limpia minuciosamente el cordero de las piedrecitas de sal que lo cubre y se monta el plato tal y como aparece dos imágenes más abajo.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

¡Olvidaos de la fotografía! Porque os aseguro que no os podéis ni imaginar lo bueno que está este cordero a la sal. ¡Tremendamente delicioso! Venía acompañado de una tacita aparte con jugo de carne -para servir a gusto de cada uno- y, en el mismo plato, una salsa de yogur “secreto de la casa” que le quedaba como anillo al dedo. Un nido de patatas enrejadas con zanahoria y puerro completaba la sabrosísima vianda. ¡Aviso! ¡Ni se os ocurra iros sin probar este manjar! ¡Riquísimo!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Otro plato de impresión la noche de la cena cucharetera en El Rincón de Goya, fue la Carrillada de ternera caramelizada al horno con patatas paja. ¡Pero qué tierna estaba la carne! No pasaba desapercibido el tiempo que le habían dedicado a la cocción, de otro modo resulta imposible conseguir esa suave textura. ¡Riquísima también, intentando hacerse con el merecido protagonismo del cordero! La salsa de vino tinto y Oporto resultaba muy melosa. La ración, ya lo veis vosotros mismos, generosísima.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Habíamos cenado de lujo, pero… ¡todavía nos quedaban los postres! Y como buenos cucharetes que somos, no nos íbamos a ir de allí sin probarlos, pedimos cuatro para compartir los cinco. Además, en El Rincón de Goya incluso los helados son caseros, con eso ya os lo digo todo… Como para no disfrutarlos.

Comenzamos con el que os presenta Roberto, la Tulipa de sorbetes caseros naturales, que incluye Sorbete de frambuesa, Sorbete de fruta de la pasión y Sorbete de limón. ¡Cada uno que vaya directo a su sabor preferido! ¡No le defraudará! Muy ligeros y con una textura cremosa y suave. La tulipa también estaba crujiente y sabrosa.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Estaba muy rica -deliciosa para los amantes del chocolate- la Tarta helada de Moka con helado de chocolate blanco. El helado, al igual que los anteriores, cremosísimo. Creo que fui yo el que introdujo más veces la cuchara en este plato. ¿Por qué será? ¿Por el chocolate? ¡No, hombre, no! ¡Qué va a ser por eso!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

La máxima nota se la llevó el Dulce de leche frita con helado de ciruelas pasas al ron. Esta especie de “hamburguesa dulce” ¡estaba deliciosa! ¡Exquisita! El helado -ya veis que era de ciruelas pasas al ron- todo un lujo poco habitual. ¿A que no lo habíais probado antes? ¡Disfrutadlo chicos! ¡Allí os está esperando!

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Termino las fotografías de las sobremesas con un rico Hojaldre de pera willians caramelizada y salsa inglesa. Cuando salimos nosotros en la imagen es cuando podéis apreciar realmente lo que es una ración que definimos como “generosísima”. ¡Es enorme! Menudos postres tienen en El Rincón de Goya… Quizás éste es el más contundente, por el hojaldre; la pera estaba riquísima.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Habíamos disfrutado tanto del Restaurante El Rincón de Goya que no nos queríamos ir a casa… ¿Quién se quiere marchar cuando se está tan a gusto de sobremesa escuchando al volumen idóneo música agradable mezclada sutilmente con el susurro de los aspersores de agua mientras dibujan una cortina de finísima lluvia a menos de una metro de la mesa? ¡Yo no! Así que pedimos unos cafés y unos tés que os presenta Ninillas en su sección -me encantaron las teteras negras de hierro fundido- para poner punto y aparte a la copiosa velada cucharetera.

No digo punto y final, porque todavía no terminó la noche para los cucharetes. Nos bajamos al Café LG 48 -en la puerta de al lado mismo del restaurante-, como solemos hacer siempre que visitamos El Rincón de Goya, para disfrutar de una copa mientras suena buena música -los jueves incluso con actuaciones en directo, y eso hay que aprovecharlo-.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.comRestaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Y en un ambiente de color que va variando durante la noche, primero verde, luego púrpura… Elegimos la zona de la “playa” para sentarnos. ¡Con arena bajo los pies! Por suerte, acababan de dejarla libre en ese mismo instante. Os recomiendo que, cuando estéis a punto de terminar la cena en El Rincón de Goya, aviséis al maître para que os reserve una mesita en el Café LG 48, así no tendréis problema -si es posible, claro, porque se pone hasta los topes muchas noches-. Y… ¡Nos pedimos cada uno lo que nos apetecía! Unos, cócteles -con y sin alcohol-, otros, un copazo…

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

Con las copas -que veis iluminadas con luz verde-, sirven una bandejita con nubes y gominolas… ¡Por muy lleno que estés son un vicio! ¡Os lo aseguro! Nosotros al menos no dejamos ni una… Nos encanta terminar nuestras noches en el Restaurante El Rincón de Goya en el Café LG 48, es casi un ritual… Tendremos que ir un sábado, porque realizan cursos de Gin-Tonics de 18:00h a 20:00h.

Restaurante El Rincón de Goya en Madrid - © Cucharete.com

¿Qué os ha parecido? A mí, personalmente… ¡Me encanta El Rincón de Goya! Lo considero un espacio tremendamente acogedor, con dos comedores con estilo propio que resultan ideales tanto para cenas románticas de pareja en ocasiones especiales como para comidas de empresa y familia ante cualquier tipo de celebración. El Rincón de Goya no me ha defraudado nunca y, siempre, siempre, termino cerrando la velada en su vecino Café LG 48. ¡Todo en uno! ¡Cena más copas sin desplazarse en pleno barrio de Salamanca! Un espacio sensacional que entra en nuestra prestigiosa categoría de 5 Cucharetes… ¡For ever!

Dirección : Lagasca, 46
Código postal : 28001
Ciudad : Madrid - España
Area : Salamanca
Email : goya@restauranterincondegoya.es
Website : Taberna El Rincón de Goya - Madrid
Horario : De 2pm a 4pm y de 9pm a 1am. Cerrado domingos
Precios : 30€
Teléfono : + 34 915 76 38 89
Metro/Bus : Serano – Velazquez

¡El Restaurante El Rincón de Goya les seduce desde la calle! te invita a:

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